Camino al lago Chungará, luego de abandonar el oasis de Lluta y ascender por una empinada cuesta, se llega a una suerte de altiplanicie, para luego ingresar a la curiosa quebrada de Cardones. Aunque en una versión totalmente desértica, el paisaje nos recuerda las laderas y aristas montañosas del Biobío y la Araucanía. Claro que aquí las protagonistas no son las araucarias (Araucaria araucana), sino una bellísima especie de cactus conocida como Cactus Candelabro (Browningia candelaris). Su nombre se debe a su particular forma y tamaño, un tallo que alcanza los 5 metros y está coronado por múltiples ramificaciones. Crece únicamente en este ambiente desértico, entre los 1.700 y 3.000 m.s.n.m. y en un sector muy reducido de Chile y Perú. Aunque también lo he fotografiado en las inmediaciones del valle de Codpa, es en la quebrada de Cardones donde más me ha llamado la atención.